La piel y el paso de los años
Durante y después de la menopausia se produce una importante pérdida de colágeno, de ahí la aparición de arrugas, la piel péndula y flacidez.
Hay otras estructuras que también tienen la capacidad de sostener la piel, entre ellas el ácido hialurónico, que forma parte de un grupo muy importante de sustancias llamado glucosa-aminoglicanos (GAGs), que le dan la turgencia.
La elastina es un continuo objeto de investigación, por ser la proteína más sensible al paso del tiempo. Los tejidos que la contienen, envejecen más temprano y visiblemente, como el sistema vascular, cardíaco, pulmones y, sobre todo la piel, que tiene grandes cantidades de esta sustancia. Hoy, los tratamientos de envejecimiento cutáneo se asientan en el desarrollo de cosméticos que se acercan cada vez más a la condición biológica que va planteando la piel en cada momento de la vida.
Podemos diferenciar tres grupos: cremas de renovación celular, cremas tensoras con efecto lifting, cuyos componentes tiene el efecto de levantar o disminuir la flacidez que tanto preocupa, y cremas rellenadoras de arrugas basadas en la incorporación del ácido hialurónico.
El retinol, un derivado de la vitamina A, es un activo muy usado para la reducción de arrugas porque estimula la renovación celular y activa la regeneración del colágeno.
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