El invierno se vino con todo y las bajas temperaturas se sienten en la cara y las manos. Todo que debemos saber para proteger las zonas más expuestas.
¿Cómo reacciona la piel ante el frío?
Obviamente, es un factor de agresión para la piel que la sensibiliza, entonces enrojece, pierde suavidad y se siente tirantez. El film hidrolipídíco de la epidermis que nos protege sufre una alteración.
¿Qué protección se necesitan con temperaturas bajo cero?
Lo más importante es mantener una adecuada hidratación y nutrición, no sólo en el rostro y labios sino también en las manos porque son las zonas más expuestas.
¿Qué tipo de cremas debemos ponernos por la mañana?
Emulsiones hidratantes que estimulen la síntesis de hidro captadores con efecto 24 horas para una mayor protección y cremas nutritivas que reactiven la producción de lípidos cutáneos.
¿Y qué debemos usar antes de acostarnos?
Luego de la limpieza habitual y para favorecer el proceso de hidratación, es recomendable, calmar la piel maltratada por el frío vaporizando con agua termal, retirando el exceso con papel tissue. Esto es importante para no acentuar la tirantez. Luego, se aplican las cremas habituales.
¿Qué pasa con las pieles que se enrojecen?
Para evitar el enrojecimiento que deriva de la sensibibílidad al frío, se recomienda una buena hidratación, nutrición y utilizar agua termal para aportar minerales y oligoelementos para recomponer las defensas de la piel. Cuando la piel llega a escamarse, la sequedad es extrema, entonces, debemos nutrir muy bien con productos específicos. Siempre hay que utilizar agua termal. Lo mismo pasa con los labios, se deben aplicar cremas o barras que hidraten y nutran al mismo tiempo.
¿Cómo se protegen las manos?
Es conveniente un tratamiento concentrado antigrietas, por ejemplo, con cremas que tengan acción regeneradora con vitamina A y cicatrizantes con acido acexámico .
¿Cuáles son las texturas ideales según el tipo de piel?
El frío permite que se utilicen cremas más ricas con mayor contenido oleoso en píeles normales a secas. Pero en píeles con tendencia grasa son mejores los geles que controlan la producción de sebo e hidratan en forma simultánea.
¿Qué recomendaciones les puede dar a los que viajan en vacaciones de invierno a un destino con nieve?
Es importante preparar la piel antes de salir de viaje, hidratándola diariamente. En la nieve, preocupa el frío y las radiaciones UV. Es indispensable utilizar protector solar de alta cobertura con tecnología anti-fallas (para que no aparezcan fisuras del protector sobre la piel), adicionado con vitamina E y glicerina.
Las radiaciones UV que recibimos en la nieve directa o indirectamente son tan intensas que broncean, irritan y enrojecen en conjunto con el frío. Lo ideal es complementar con una leche post solar con lipidure, glicerina y aceite de karité al fin de cada jornada. Si se produce un golpe de sol, debemos utilizar un bálsamo reparador que calme y descongestione. Por supuesto, no olvidar nunca el tratamiento habitual de hidratación y nutrición.
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