Si te gustan las cosas perfectas, si quieres que todo quede bien y muy bien y aplicas esa misma tendencia al cuidado de la piel, entonces lo siguientes tienes que leer.
Tus principales problemas
Resulta paradójico, pero cuidar demasiado la piel puede ser perjudicial. Puedes saturar tu rostro si le aportas más activos (o más potentes) de lo que es capaz de tolerar, con la desagradable consecuencia de algún que otro grano y poros dilatados.
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La mejor solución
Cuidarse, pero respetando los ritmos de la piel. No es necesario que te apliques una mascarilla a diario, ni que te hagas limpiezas "exhaustivas": podrías destruir la capa hidrolipídica que protege la piel y deshidratarla.
Una exfoliación a la semana, como máximo, y una mascarilla facial cada 4 o 5 días es suficiente.
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Limpieza
Sueles desmaquillarte dia y noche, pero para que el proceso sea perfecto, tu gran aliado seria el cepillo de limpieza eléctrico, que proporciona una exfoliación suave y mejora la penetración de los activos de las cremas.
Mucho más que hidratación
Como no te conformas solo con hidratar tu piel, para mejoraría no dudarás en recurrir a mascarillas una vez a la semana. Las más recomendables: alternar una regeneradora con otra iluminadora.
Cuidados extra
Tu nivel de exigencia es tan alto que siempre recurres a tratamientos de belleza complementarios.
Dos opciones idóneas: gimnasia facial o automasaje a diario; y cada tres meses, cura global reparadora en un centro.
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